domingo, 16 de febrero de 2020

1917: CON EL ÚLTIMO HOMBRE QUE QUEDE EN PIE


Considerada una de las mejores películas del 2019, a pesar de que en España y en otros países se ha estrenado en 2020. Partía como gran favorita para llevarse los galardones más importantes en los Oscar, tras los triunfos en los Premios Globos de Oro y los Premios BAFTA, ganando el Premio de Mejor Película y Director, en los primeros, y esos dos, más los de Mejor Película Británica, Fotografía, Diseño de Producción, Efectos visuales y Sonido, en los segundos. Pero en los Premios Oscar ha sido la gran derrotada, ganando tres únicamente; Mejor Fotografía, Efectos visuales y Sonido, de los diez a los que optaba. 

A pesar de que se ha quedado sin los premios importantes, es innegable el buen trabajo realizado, su revolucionaria técnica de un falso plano secuencia de 120 minutos, provocando un torbellino de emociones en el espectador, que lo vive con mucha intensidad, como una carrera a contrarreloj, y además, siendo ésta una historia bélica (la 1ª Guerra Mundial) de la que menos se suelen hacer películas, y "1917" pasará a la historia del cine bélico, siendo una de las mejores.  





El 6 de Abril de 1917, en el Norte de Francia, en pleno apogeo de la Primera Guerra Mundial, dos jóvenes británicos, los cabos Schofield (George MacKay) y Blake (Dean-Charles Chapman), son enviados a cumplir una misión tremendamente peligrosa, entregar un mensaje en mano al 2º Batallón del Regimiento de Devonshine, para que éste cancele el ataque que tiene planeado a la mañana siguiente contra las fuerzas alemanas. Dado que estos han fingido una retirada, pero están preparando una emboscada que será una masacre para el regimiento inglés con la muerte de 1600 hombres, entre ellos el hermano de Blake. 




Sam Mendes realiza una genialidad en esta película, tanto a nivel técnico como a nivel visual, siendo su mejor película, y con las expectativas muy altas de lo que este cineasta puede lograr. 


Su carrera despuntó en su inicio, tocó el cielo deslumbrando al mundo con la Ganadora del Oscar a la Mejora Película en 1999 "American Beauty", por la que también ganó como Mejor Director, y el mismo galardón en los Premios Globos de Oro. La siguieron buenas películas como "Camino a la perdición", en 2002, del más puro cine negro, con un reparto descomunal (Tom Hanks, Jude Law, Paul Newman y Daniel Craig), posteriormente en 2005 realizó "Jarhead, el infierno espera", siendo su primera inclusión en el cine bélico, donde ya apuntaba maneras. En el 2008 revolucionó la nostalgia de los espectadores volviendo a juntar a Kate Winslet y Leonardo DiCaprio en "Revolutionary Road", aunque su historia no marcó tanto como en "Titanic". Por último, ha realizado las últimas películas de la saga del agente 007 "Skyfall" y "Spectre", en 2012 y 2015 respectivamente, siendo de las mejores protagonizadas por Daniel Craig.    


El cineasta se inspira en las historias que le contaba su abuelo de pequeño, el cabo Alfred H. Mendes. El cual combatió en la Primera Guerra Mundial, y realizo muchísimas misiones de mensajero, entre ellas las de pasar información y dar comunicados a otros batallones que se encontraban a cierta distancia. 



Los actores que interpretan a los cabos son George Mackay y Dean-Charles Chapman, ambos son británicos y están llamados a despuntar. Al primero le hemos visto en numerosas películas desde bien niño, cuando interpretó a Curly en la versión de "Peter Pan. La gran aventura" en 2003, le hemos visto crecer interpretando a un joven gay que ayuda a los mineros en la cómica película "Pride" en 2014, también como uno de los hijos de esa familia que vive alejada del capitalismo en "Captain Fantastic" en 2016, o siendo el hermano mayor y sustento de una familia que esconde un cruel y misterioso secreto, en "El secreto de Marrowbone" en 2017. Por otro lado, 
Chapman que también inició su andadura en el camino de la interpretación siendo un adolescente, es conocido por interpretar a Tommen Baratheon en la cuarta, quinta y sexta temporada de la serie "Juego de Tronos" o también a Billy Elliot en la obra de teatro "Billy Elliot: The musical".

Se conecta con los personajes al instante, se les sigue minuto a minuto, a cada paso que dan, sabiendo que el camino que van a recorrer es completamente tormentoso, y los espectadores son cómplices de ese trayecto tortuoso. Sube la adrenalina, se aceleran las pulsaciones, se avivan los sentidos, el sistema simpático está a su máximo nivel, y no puede ser menos, dado que se tienen que cruzar tierras enemigas y en cualquier momento acecha la muerte. Además la presión es altísima y los personajes nos lo trasmiten con sus expresiones ya que ante la falta de diálogos, la fuerza interpretativa recae en lo que ellos transmitan en sus movimientos, miradas, facciones, y ellos acaban enganchando al espectador.



Sam Mendes por primera vez coescribe conjuntamente con Krysty Wilson-Cairns, el guión de una de sus películas. Éste se queda un poco corto, carece de buenos y profundos diálogos, por lo que su nivel narrativo es bastante flojo y el espectador se queda con ganas de conocer mejor a los personajes. Pero a la vez, dada la temática de la película, estos se vuelven eficaces con las imágenes, y es que a veces vale más un gesto o una imagen que mil palabras. 


¿Y cuánta veracidad hay en la historia? Pocas historias han hablado de la Primera Guerra Mundial, también llamada la Gran Guerra, se la nombra así porque hasta 1914 las guerras habían sido más bien locales o en territorios concretos, en esta ocasión la guerra se extiende y atraviesa todo un continente, con ello conlleva la destrucción no solo de las vidas de los soldados, sino de las aldeas, de la vegetación, de las ciudades que se localizaban en esa zona, de los civiles que no tenían nada que ver con la barbarie que se hacía. Además se plantea una estrategia con un sistema más fortificado de trincheras, cuya función era consolidar el territorio y mantenerse fuerte en la posición. 


Las trincheras eran lugares horribles, áreas llenas de enfermedades, muerte y destrucción. Los soldados vivían en condiciones terribles, precarias y se extendían en el tiempo. Podían pasar semanas sin moverse de sus trincheras hasta que se organizaba un ataque y cuando ya se habían matado lo suficiente volvían a su recoveco a cobijarse durante unas semanas más, y así pasaban las semanas, los meses y los años. El espacio que separaba una trinchera con la enemiga se llamaba tierra de nadie, donde se efectuaba la acción con las bayonetas, cañones, etc. 




La trama transcurre en el frente que se encuentra en el norte de Francia, y pasa por el pueblo francés "Ecoust Saint Mein". La historia comienza un 6 de Abril de 1917, dado que es el día que EE.UU entra y forma parte de la guerra. En la primavera (Febrero-Abril) de ese año se da la estrategia llamada Operación Alberich, que consistía en desmantelar la arquitectura, la maquinaria del área, destruir edificios dejándolos en ruinas, derribar puentes y carreteras, impidiendo su paso, destrozar cualquier esperanza de vida en la zona, aniquilando a los seres vivos o la vegetación propia del lugar. Se ponían trampas explosivas y se arrasaba la zona, provocando un daño ambiental impresionante. Esta estrategia era una gran emboscada por parte de Alemania, los soldados se retiraban de sus posiciones y se trasladaban a la Linea Hindenburg, que era una posición más corta y más fácil de defender. Esto le funcionó hasta septiembre del mismo año, cuando el ejército inglés consiguió romperlo. 

Posteriormente se ha considerado como una de las estrategias bélicas más inteligentes, pero extremadamente vil de todas las que se han llevado a cabo en las guerras. Ésta fue una de las guerras más sangrientas de la historia y como dice el Coronel Mackenzie en la película "la guerra solo acabará de una forma, con el último hombre que quede en pie". 




Analizando brevemente la masacre que fue esta guerra, provocada por la soberbia de unos gobernantes avariciosos, unos reyes crueles, aristócratas y gente con poder con unos oscuros intereses económicos e ideológicos (el imperialismo) que llevaron a la destrucción de sus ciudades, a la muerte de miles de civiles, la aniquilación de la vida de centenares de jóvenes, etc.   


Los dos bloques que se enfrentaba, el imperio Austro-húngaro y Alemania, contra Francia, Reino Unido y Rusia, ambos sufrieron cambios, con la llegada de nuevos aliados (EE.UU e Italia), a lo largo de los 4 años que duró la barbarie. Las batallas eran largas y las pérdidas numerosas, en la Batalla de Somme (1 de Julio - 18 de Noviembre de 1916), durante los 5 meses que duró el enfrentamiento, hubo un millón de bajas entre los dos bandos y casi 400.000 muertos, el documental lo explica con rigurosidad. La siguió la Batalla de Verdun, que duró otros 10 meses, siendo la batalla más larga, provocando un millón de heridos y 350.000 muerto. Y así le fueron siguiendo unas 300 batallas más, que saldó con unos 10 millones de civiles muertos, 10 millones de soldados muertos y 20 millones de soldados heridos. Pese a que Alemania tenía mejores armas y estrategias, fue derrotada al tener que lidiar en dos frentes, uno en el lado oriental y otro en el occidental. Este nivel tan alto de  empoderamiento de los germanos, supondrá que los aliados temerosos, los opriman para que no puedan resurgir, lo que conllevará situaciones peores.


Éste fue el viaje al infierno que sufrió Europa, el Apocalipsis que solo el hombre es capaz de crear, pero luego los hijos olvidaron lo que sus padres y madres había sufrido y fueron capaces de superar la atrocidad de esta barbarie, en la 2ª Guerra Mundial.




Volviendo al largometraje, la envolvente y frenética música está compuesta por Thomas Newman, quien ha compuesto la música de las siete películas que ha dirigido MendesEn esta película, la música juega un papel muy importante, con un ritmo vibrante, amoldándose perfectamente a la intensidad de las escenas, una melodía sobrecogedora, un marcado reloj para recordar al espectador que el tiempo está corriendo, y si no se llega a tiempo y la misión fracasa, será una masacre (escuchar aquí la banda sonora). 

Este compositor que se le conoce por su continuo cambio de estilos, ha compuesto piezas muy minimalistas, mientras que tiene otras donde utiliza toda la orquesta. Ha sido nominado trece veces a los Premios Oscar a la Mejor Banda Sonora y una vez a la Mejor Canción Original por "Wall-e", en 2008, (escuchar aquí la bso y aquí la canción nominada), pero no ha ganado ninguno de ellos, siendo este hecho sorprendente, habiendo compuesto la música de "Passengers" (escuchar aquí), etc. También ha sido nominado a tres Premios BAFTA como Mejor Música de Película, ganando dos de ellos "American Beauty" (escuchar aquí) y "Skyfall" (escuchar aquí), y por último, también se fue de vacío las tres veces que ha sido nominado a los Premios Globos de Oro como Mejor Banda Sonora
, por películas ya citadas, y por una de mis preferidas "Criadas y señoras", (escuchar aquí) en especial la canción que le dedica al personaje de Skeeter.  

Su realismo también es dado por el gran sonido y la mezcla que se hace con lo que pasa ambientalmente, tanto en los diálogos, explosiones, música, etc. Como dato curioso, este año, dos películas diferentes han ganado los Premios Oscar a la Mejor Edición de Sonido y Mezcla de Sonido, "1917" se ha llevado el segundo, mientras que el Mejor Sonido ha sido para "Le Mans 66", comentada en el blog, hacía más de seis años que esto no sucedía.  




Para su deslumbrante y dificultosa fotografía, dado que se trataba de un plano secuencia, ha contado con uno de los mejores, con el genio Roger Deakins, que ha logrado su 15ª Nominación a los Oscar y ha obtenido su Segundo Premio Oscar a Mejor Fotografía.  Cineasta y director de fotografía habían trabajado en tres ocasiones ("Jarhead, el infierno espera", "Revolutionary Road" y  "Skyfall"), antes de enfrentarse a este gran proyecto. Además Deakins ha hecho grandes películas como "Blade Runner 2049", por la que ganó su Primer Premio Oscar a Mejor Fotografía en 2018, y ha estado nominado en 8 ocasiones a los Premios BAFTA a la Mejor Fotografía de los que ha ganado 5, las mismas dos películas por las que obtuvo el Oscar y las tres siguientes "El hombre que nunca estuvo allí", en 2002, "No es país para viejos", en 2008, y "Valor de ley", en 2011, todas éstas escritas, dirigidas, producidas y montadas por los hermanos Coen.



La dirección de producción es inmensa, impresionante lo que realiza Dennis Gassner, y era lógico que ganara el Premio Oscar. La filmación duró 4 meses, entre ellos, 65 días transcurrieron en la base de entrenamiento militar de Salisbury, previamente se precisó 9 meses de preparación. El presupuesto era elevado dada su complejidad técnica, de unos 90 millones, pero en la actualidad ya ha triplicado sus beneficios con toda la recaudación mundial, y aún le queda batalla.



Con un montaje espectacular realizado por Lee Smith, crea un falso plano secuencia, sin cortes visibles, de 2 horas de duración. Con esto se pretende encerrar al espectador sin que éste pueda salir de esa sensación de terror y adrenalina extrema que provoca la guerra, y así imaginar que se va andando por esas trincheras, y lo consigue. Esto conllevaba una gran pirotecnia técnicauna edición minuciosa y meticulosa, para que no se vean los cortes, dado que la secuencia más larga era de 9 minutos. 


Toda la película precisaba una planificación inmensa, con mucha complejidad desde el punto de vista logístico, tenían que saber cuánto debía medir una trinchera en base a la duración del diálogo de la escena. En el rodaje se tenía que realizar una coreografía perfecta, por parte de todos, tanto del equipo técnico como de los actores, todos tenían que estar sincronizados. Los efectos especiales eran reales, realizados en vivo, como el impacto de las bombas, disparos, etc, cualquier mínimo error implicaba volver a repetir de nuevo la toma, con lo que esto conllevaba. Se realizaban entre unas 20 y 30 tomas por escena, y algunas eran de extrema complejidad, dado que la cámara tenía que pasar de las manos de alguien a los enganches de un automóvil, o por unos cables por encima de un río, o a unos drones o unas grúas, y todo eso sin que se notase el paso de un sitio a otro. 




Mendes bascula muy bien en las escenas, con la intensidad de ellas, siendo capaz de acelerar en algunos tramos, provocando ese terror en vertical, esa angustia al más puro instinto de supervivencia, con la desesperación por llegar y cumplir con la misión, y en otro momento, se relaja para no agotar al espectador y que éste se pierda en medio del viaje. 

Hay varias escenas impresionantes, una de ellas es una aventura bélica con unos aviones, donde la cámara no se corta, pasa de estar en tierra a volar por el aire y retomar tierra de nuevo, otro momento resulta muy tierno con una cantimplora de leche de vaca, o algunas de las escenas más dramáticas son la de los civiles atrapados en el fuego cruzado, que intentaban sobrevivir refugiándose, escondiéndose, también lo son las escenas con los soldados corriendo en diferentes direcciones, o uno de los momentos más importantes que no se ve directamente porque se queda fuera de plano, y por último los minutos finales son brillantes y al mismo tiempo desesperantes.


La narración filmografía se realiza a distintas escalas, con distintas perspectivas, algunas épicas con planos generales enseñándonos el paisaje del lugar, para luego pasar a unos
 primeros planos minuciosos, mostrándonos detalles de la mugre, las mutilaciones, la miseria, dándonos la visión de los soldados, sus miedos, incertidumbres, con el horror al que están expuestos y conviven día a día.  



Éste no es el primer largometraje en el que se realiza un plano secuencia, el primero fue "La soga" dirigida por Alfred Hichcock en 1948, también lo hizo la ganadora del Premio Oscar a Mejor Película en 2015 "Birdman" dirigida por Alejandro González Iñarritu y por último en "Utoya. 22 de Julio" de Erik Poppe en 2018
Esta película también homenajea al brillante largometrage de Stanley Kubrick en 1957, "Senderos de gloria", con esa visión precaria y deshumanizada de las trincheras. Sin duda "1917" es la sucesora del brillante filme "Dunkerque" de Christopher Nolan en 2017.

La complejidad de la técnica no abruma el mensaje de la historia, aunque  le falta un poco de buen diálogo narrativo, un tanto de puntería alemana, o que no fuese tan predecible, acaba siendo una película asfixiante, terriblemente dramática con ese descenso a los infiernos, adrenérgica, una lucha a contrarreloj, de vida o muerte, demostrando lo poco que vale la vida de las personas. Mendes ha creado un lenguaje específico para esta película, que cautiva de principio a fin.



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